Mi vida 5 años después del H

Si hay algo de lo que nadie escapa es del tiempo.

Es increíble ahora mismo ponerme a pensar en que ya son 5 añosBueno, 5 y medio en realidad – desde que el H llegó a mi vida.

Llevar a mi mente 5 años atrás, es recordarme hundida en la más grande tristeza que yo haya experimentado en mi vida – Y eso que de por sí ya me consideraba una persona un poco triste a raíz de varias eventualidades que venían sucediendo en mi vida por aquellas épocas.
Pero si al día de hoy me dieran la opción de elegir cambiar ese incidente para que nunca hubiese sucedido, y de esto no tengo ninguna duda, ¡rechazaría la oferta enseguida!

Mi contagio de H le dio un giro tremendo al curso de mi vida.
Si bien inicialmente fue muy duro y tuve que pasar por una gran depresión; luego se convirtió en la puerta hacia lo que hoy en día soy y la felicidad con la que vivo.

Si vienes leyendo el blog desde sus inicios, podrás quizá darte cuenta la evolución que fui teniendo sobre todo en la parte anímica y espiritual. Hoy en día no puedo estar más segura de que “todo pasa por algo”, pero también de que “Eres dueño de tu destino”

Tener Herpes me enseñó lo fuerte que puedo ser, y que cuando algo en mi vida se desploma, solo depende de mi volverme a reponer y reconstruirme. Todo lo malo que sucede es una oportunidad para ser una mejor persona, si así uno lo decide.

En todo este tiempo conocí muchísima gente de diferentes países al rededor del mundo, y de todo tipo, claro.
Con varios de ellos he forjado una amistad, que aunque se haya creado a miles de kilómetros de distancia, ¡son tan reales!; y sé que perdurarán en el tiempo.
También conocí a otros pocos, que me enseñaron que hay personas que a veces solo llegan a tomar de ti la parte que necesitan sin importarles más nada, pero está bien.
De todas las experiencias se aprende, y solo hay que sentirse bien con los actos de uno mismo. La respuesta del otro es simplemente su mundo, costumbres y educación.

Al Segundo año de este proceso, y sin quererlo o buscarlo realmente en el momento, Dios y la vida también se encargaron de poner en mi camino a una persona muy especial, y junto con ella también ¡la aventura de mi vida! 😀 No me lo hubiese imaginado en ese momento, pero desde aquel entonces al día de hoy, ya son 4 años desde que conocí el amor, el amor de verdad 🙂
Pero como no todo podía ser perfecto, estábamos lejos… Él de Colombia, yo peruana; ambos con la misma “afección” en común, pero también ambos viviendo ya muy relajados al respecto para ese entonces. Sinceramente, en un principio yo no esperaba que nada de aquello sucediera, sobre todo porque para aquel tiempo, andaba decepcionada de las relaciones a distancia, pues no hacía mucho tiempo atrás, acababa de tener una mala experiencia relacionada – Y para colmo de colmos, con alguien del mismo país – . Pero entonces vuelve la vida a darme otra lección, y es que NO es la distancia quien falla, ni la situación o el lugar de donde viene; sino las personas y su compromiso contigo.
No cabe duda que cuando algo es para ti, simplemente ES; y darás mil vueltas al mundo si es necesario por cumplir tu propósito.

Poco más de medio año de conversaciones, videollamadas a larga distancia y de muchísimos sentimientos a flor de piel, damos el paso a conocernos en persona. Un viaje que no pudo resultar más perfecto dentro de todas las imperfecciones que tuvo, seguido por una triste despedida con una promesa de volvernos a ver. Solo tomó 1 mes más después de aquello para tomar la decisión: “Alguien se debe mudar”.
Yo con un trabajo que no me llenaba al 100%, pero con una carrera terminada que podía ejercer desde donde fuera, era quien se veía más apta para hacerlo en ese momento mientras él terminaba su carrera en Colombia, y no lo dudé.
Empezaron los trámites, la visa de trabajo, la compra de ticketes y mucho diálogo con nuestras familias. Y fue así que 2 meses después, llegó el viaje esperado. Me fui a Colombia… ¡A vivir!. Bueno, no a vivir, pero sí cerca a 1 año. Luego vinimos juntos a Perú y aquí es donde residimos actualmente con miras de volver a Colombia en un futuro no tan lejano.
Hemos crecido ambos mucho desde entonces, hemos descubierto aficiones que amamos. Vamos construyendo un hogar de a poquitos llenito de mucho amor y respeto. Y por si toooodo esto fuera poco, actualmente ¡Estamos esperando a nuestro primer bebé!, y realmente no podemos ser más felices, inclusive hoy en día con la situación tan difícil que estamos viviendo a causa de la pandemia y toda la tristeza que ha traído con ella, para nosotros y nuestras familias ésta noticia ha sido una luz y bendición; ¡La vida sigue!

Si se preguntan cómo ha sido mi vida respecto al H en sí, pues claro que aún lo tengo. Con los años ha disminuido un poco la cantidad de veces con que aparece, pero igual cada tanto lo veo. Pero al igual que hace algunos años atrás, no le doy importancia y mi pareja tampoco. Hemos aprendido a vivir con esto como parte de nosotros y no es algo que ocupe nuestras mentes en absoluto. Cuando sale, solo es decir el uno al otro “amor, me salió H”, para saber que serán unos 3 o 4 días sin jugueteos jiji, aunque eso sí, el amor, cariñitos y manoseos nunca faltan 😀

Han sido unos años llenos de aprendizajes. Obviamente no todo ha sido bueno, también han habido cosas no tan buenos, es lo normal de la vida; pero ya incluso he podido ser capaz de ver todo lo malo con otros ojos, pues sé que por muy duro que venga – aunque constantemente rezo a Dios para que nada malo suceda -, tengo la capacidad de darle la vuelta a la situaciones y levantarme. Han sido 5 años colmados de experiencias increíbles y de muchísimas cosas nuevas que no se hubieran podido dar si el H no hubiese aparecido en mi vida y haber transformado también mi carácter y visión de la vida.

Si yo pude superar y transformar en luz esa parte oscura de mi vida, ¡Tú también podrás!. No es un proceso fácil, pero nada que valga la pena lo es, y créeme, saldrás mucho más fuerte de esto. Hay cosas que no se comparan con esta afección y hay que ser consientes de ello.
La vida sigue, y depende de ti que eso sea algo motivador, o no.
Si tú lo decides, tú puedes 🙂

Sobre Jenn 30 artículos
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